Reconocer los sentimientos, nunca negarlos.
Muchas veces he escuchado como mi cuerpo me habla, y es que estoy segura de que nuestro cuerpo nos habla todo el tiempo, nos emite millones de mensajes al día que mandamos directo a la papelera de reciclaje por el desconocimiento de esto.
En muchas ocasiones, cuando compruebo que escucharlo y hacerle caso a mi cuerpo me brinda plenitud, me doy cuenta de lo sencillo y bonito que es vivir el presente. El problema es que no hacemos conciencia de que nos habla y por lo tanto, no lo escuchamos.
Podemos dejar escapar momentos especiales que jamás volverán, por ignorar o negarnos cosas; podemos enfermarnos de cansancio por no escuchar cuando el cuerpo nos pide una pausa, entre muchas otras cosas.
¡Si! creo en la sabiduría organismica.