miércoles, 29 de mayo de 2013

Hoy, un cóctel.



Siento la felicidad con todas sus vertientes, siento el amor aquí dentro y a la distancia; el desconcierto más excitante que feroz, mis lágrimas dulces más que saladas, siento el corazón hinchado de un cóctel de emociones que se divierten conmigo viéndome aterrada al sentir el vértigo en el estómago cada que voy en dirección a abajo;  y la adrenalina, libertad y frenesí  cuando me elevan a las alturas, al aire.
En definitiva, ellas se divierten conmigo y ahora yo me divierto con ellas, porque todo ese paseo que me dan, le brinda sentido al juego. Porque ahora se que si no estoy abajo no existiría el placer al subir; porque ahora se que todo es eventual y me hace querer saborear incluso de la nostalgia del cóctel.

Y con estas letras lo único que pretendo es no lo olvidar lo hermosa, confusa y difusa que esta siendo esta etapa de mi vida.

Scarlet.

sábado, 18 de mayo de 2013

De mi, para mi.


¿Por qué el miedo al reflejo?, ¿Por qué el miedo a la sombra, a la piel?...¿al alma?...¿Por qué el miedo al silencio, al reconcilio con nuestro motor interior, al enfrentamiento de la exquisita imperfección humana; cuando somos esa desnudes, ese develo de simpleza ceñida de impurezas, que al dejar a la vista y tratar de limpiar, es mal concebida.

Quizá escribo inconforme a los juicios, a esos que se lleguen a generar en perjuicio, quizá escribo temerosa de ellos, experimentando la amenaza de las aguas a contra corriente.


Saberme débil, frágil y vulnerable también es un regalo para destapar...



Scarlet.

jueves, 16 de mayo de 2013

¿No te has cansado?



No te has cansado de venir a visitarme cada noche, de atravesarte por mi otra vida, esa que sólo vivo indefensa, envuelta entre cobijas, en ausencia de los sentidos y engañada por la fantasía.

No te has cansado de atarme el alma a tu recuerdo, de embriagarme con tu sombra, de mis sobresaltos infinitos cada vez que te apareces por aquí, pero nunca en carne, hueso y corazón.

Scarlet.

lunes, 6 de mayo de 2013

Andar por la tierra






Muchas veces me he cuestionado cuánto de nuestro tiempo desgastamos sin hacer lo realmente queremos, sin decir lo que sentimos y pensamos, ocultando nuestra verdadera esencia por miedo a sentirnos vulnerables, diciendo que “si”, cuando realmente queremos decir “no”; dejando de ser quien realmente somos, sacando nuestra mejor cara para agradar a los demás,  subestimándonos, comparándonos con los otros, tratando de ser la persona que las demás desean que seamos, creyéndonos incapaces, viviendo en el futuro o clavados en el pasado, responsabilizando a otras personas de nuestra propia felicidad, sobreviviendo a nuestras propias exigencias,  amenazados por el “tengo que” o “debo de”, evitando o ahogando nuestros sentimientos,  sin ser conscientes de nosotros mismos, sin salir de nuestra zona de confort por miedo a arriesgarnos y “perder”….¿Cuánto tiempo de nuestra corta y valiosa vida olvidamos que estamos aquí únicamente para ser felices y disfrutar del camino del aprendizaje?

Desgraciadamente, invertimos mucho tiempo gastando energía en cosas o situaciones que no valen la pena y así se nos va la vida. Quizá algún día nos volveremos atrás y lleguemos a lamentarnos por todo lo no hicimos y quisimos. Pensar en que un día pueda llegar ese momento en el  que me lamente y no me quede tiempo para resolverlo, realmente me aterra.  Creo que uno de los mayores errores del ser humano es creer que tenemos tiempo. Cuando eres consciente de que la vida es un momento, -este momento en que yo estoy escribiendo, ese momento en que, quizá, tu puedas estar leyendo y preguntándote a que me refiero- esa es la vida, ese es el tiempo del que disponemos, el pasado ya se convirtió en historias y el futuro no existe, lo único que tenemos es esto, el hoy, el aquí y ahora. Nuestra única oportunidad para detenernos, mirar adentro y a nuestro alrededor, brincar la acera, comenzar a volar y disfrutar del viaje es hoy.

En este mundo hemos hecho años de escuela, con la esperanza de aprender un cumulo de conocimientos que supuestamente nos ayudaran a que nuestra vida sea más placentera y la verdad aún no estoy segura de quesea así , o bien, que ese realmente sea su objetivo o haya otro de fondo. La formación educativa, se ha limitado a la transmisión de información, en su mayoría, información inaplicable para la vida y las cosas importantes, sólo es un puñado de información que no invita a la reflexión, el análisis o la creatividad y que ocupa gran parte de nuestro pensamiento.

¿Por qué desde pequeños no nos enseñan a confiar en nosotros mismos, a valorarnos únicamente por ser quien somos, a sentir alegría por ser esa persona aún con carencias  y debilidades,  a soñar y sabernos capaces, a ser autosuficientes, a comunicarnos, a conocernos y reconocer nuestros sentimientos, a respetarnos primero a nosotros mismos?... ¿Por qué? Quizá la respuesta a mi pregunta tenga que ver con intereses económicos y políticos que no sean tema para este momento.

Total si ya estamos consientes de que somos nosotros mismos los que debemos empezar a trabajar por nuestra propia autoestima, será más fácil alcanzar un vida más plena, llena de oportunidades y sueños cumplidos.

Personalmente, la autoestima representa la base de todo nuestro andar por la tierra, con ella podemos hacer que el camino, aun con riesgos, “fracasos”, miedos… siga sorprendiéndonos. Pues son inimaginables las ventajas que se tiene cuando encontramos el amor dentro de nosotros: relaciones enriquecedoras, ser asertivo, empático, respetuoso, autosuficiente, experimentar el sentimiento de merecer, saber dar y recibir, brindarle el gran valor que tiene cada ser humano, por el simple hecho de serlo,  felicidad, confianza en nosotros mismos y la certeza de tener una vida para vivirla y disfrutarla.


Scarlet.