martes, 24 de junio de 2014

Grandeza.



Iba en el camino pensando tantas cosas que al final me condujeron a estas palabras...

No nos hacen grandes las ciudades donde vivimos, el puesto, sueldo o grados académicos que tengamos. Tampoco nos hacen grandes la belleza física, la fama o el reconocimiento social. Para mi lo único que te hace verdaderamente grande eres tú mismo; el trabajo personal que hagas para ser feliz,  para dar lo mejor de ti, para estar en paz y armonía contigo mismo y, por consecuencia con el  resto del mundo para alcanzar los valores más grandes del ser humano: ser solidario, humilde, sensato genuino. Es el amor que le tengas a la vida para aprovechar tu tiempo y hacer de ella el mejor regalo que haya existido. Es dejarte sentir para contactar con tus sentimientos y emociones. Es el coraje que tengas para saber vivir, enfrentar, e incluso, saborear tus miedos para atreverte a luchar por lo que quieres, convencido de que no existe el fracaso y que sólo son los pasos que tuviste que transitar para alcanzar tus sueños y empezar a volar.  Es querer experimentar la vida, amarla por sus enigmas, lluvias y tornados.  Es aceptarte con tus carencias y virtudes, es buscar ser la mejor de ti: saber vivir por ti y para ti, para mi eso es GRANDEZA.

Scarlet.

martes, 3 de junio de 2014

Reajustes.



Se me olvidaba que la gracia de la vida es poder disfrutar de todos y cada uno de los sentimientos que pueden desembarcar en nuestro cuerpo como una aventura más.

Algunos me lo habían platicado, otros advertido, pero yo no quería adelantarme o predisponerme a que pudiera pasar. Pero así fue, en mayor o menor medida, me perdí no sé dónde, si en la mente, en el cuerpo, en otro mundo, en otro amor, en una burbuja o quizá en todos ellos. Materialmente estaba aquí, pero yo no lograba regresar. Me sentía ajena, perdida, retraída, fuera de mi.

Describir un coctel de sensaciones que me perseguían y no lograba identificar ni hacérmelas amigas, aún es difícil. Me desequilibraron o quizá eran parte del equilibrio mismo. Todas ellas eran tan diferentes a las que había conocido hasta ahora.  Eran tantas que se presentaron juntas y de golpe como gritando "sorpresa". 

¿A quién no le gustan las sorpresas? Al principio me alegré y disfruté de su sorpresa pero poco después se fueron cayendo los globos, las serpentinas. Se fue acabando la comida y los bailes. En algún momento desperté, confundida de saber qué había sido todo aquello. "¿Acaso el mejor de los sueños?, ¿una "probadita"?, ¿apenas un comienzo?, ¿un impulso?" pensaba... pero fue real, tan real como ver todo lo que había quedado tirado después de la fiesta. No sabía qué hacer, por dónde empezar a recoger, cómo acomodar todo, reajustar el camino y mis emociones. 

Es hasta ahora que comienzo a desalojar los espacios, a digerir la cantidad de estímulos que estuve recibiendo, a entender que me enfrenté a otros procesos, que se me insertó un "chip" nuevo, que crecí y que mis ojos y mi corazón ven y sienten diferente. Que me gusta pensar que soy un versión mejorada de mi. Después de que este frágil y humano cuerpo fue hermosamente bombardeado por una numerosa cantidad de estímulos, los tomo con cariño y con ellos vuelvo a encender la música de mi vida para empezar una fiesta nueva.

Scarlet.