domingo, 8 de febrero de 2015

10 kilos menos por favor.



¿Y si quieres algo con todas tus fuerzas por qué vas a privarte de ello?- me preguntaba esa vocecita habitual que vive en mi. 

Se me hace cobardía querer luchar por algo o probar con una experiencia nueva y dejarnos frenar por el miedo. Es como quedarnos adentro de un caparazón donde nada ni nadie nos podrá lastimar, pero dónde tampoco podremos ver, respirar, amar ni conocer el mundo... y es que cuánto miedo tenemos, con cuánto miedo vivimos. 

A veces me gustaría que el miedo fuera materia para irlo pesando por kilo persona tras persona, y así poder decir: "mira, ¿puedes ver con cuántos kilos de miedo estás cargando?, ¿ves porque te duelen las piernas cada que quieres caminar?, ¿ves porque se te agita en corazón tan rápido contra cualquier eventualidad? o ¿puedes ver como tu cuerpo no se siente ligero?, le es imposible querer alzar las alas e impulsarse a volar, así que ¡venga! tienes que bajar 50 kilos menos de miedo".

Sí, ojalá fuera así, ojalá pudiéramos verlo de manera tangible para darnos cuenta cuánto manipula nuestra realidad: nuestra vida. Sin embargo no es así, nos toca cargar con él, sabemos que hay algo en nuestras vidas que nos está pesando, no lo podemos ver, pero si identificarlo. Solo es necesario acallar el ruido de afuera y empezar a dialogar con nosotros mismos, con nuestro corazoncito. Necesitamos escucharlo, entenderlo y complacerlo, porque me da la sensación de que vivimos en un mundo en donde en cada segundo de nuestra existencia nos están diciendo que es lo que debemos hacer, pues se nos inculca la idea de que debemos de ser obedientes y yo me niego a eso. Yo creo que en la vida cada uno tiene que mandar en uno mismo. Tú decides sobre cómo quieres vivir y hacia dónde quieres ir.

  Una vez que tenemos claro lo queremos para nosotros, tenemos que tener el coraje para ir por ello, por encima de todo y de todos. Tú, tu mente y tu cuerpo lo saben, no te lo puedes negar. Aparecerán el miedo y los juicios, pero cuando confías más en ti, en el poder que tienes sobre tu vida; cuando confías más en el mundo y los corazones lindos; cuando confías más en Dios, vivirás sin tanto miedo, serás más libre y el miedo no te detendrá.

Si bien es cierto que todos tenemos miedo y que existe tan primitivamente en los humanos como elemento para la sobre vivencia y el cuidado propio, también es cierto que el problema surge cuando lo hacemos volar y nos acapara hasta en las situaciones más sencillas.

No hay porque vivir con tanto miedo, el mundo es maravilloso y hay que confiar en él, si tu le das cosas positivas; el va a responderte de la misma forma y aún cuando sea en situaciones negativas, él no te deja solo nunca, te da toda la fuerza que no creíste tener para salir adelante y cuando tienes esto presente en tu vida, muchos de nuestros miedos desaparecen, otros quizá se quedan, pero nunca serán suficiente motivo para dominarte porque tu historia solo la decides tú.

Scarlet.