No te has cansado de venir a visitarme cada noche, de atravesarte por mi otra vida, esa que sólo vivo indefensa, envuelta entre cobijas, en ausencia de los sentidos y engañada por la fantasía.
No te has cansado de atarme el alma a tu recuerdo, de embriagarme con tu sombra, de mis sobresaltos infinitos cada vez que te apareces por aquí, pero nunca en carne, hueso y corazón.
Scarlet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario